lunes, 2 de abril de 2018

Madrid, Coria, PenhaGarcía, Monsanto, Idanha a Velha, Piedras albas, Alcántara y Madrid. Semana Santa 2018



Y salimos, que ganas que teníamos, este ha sido un viaje relámpago por parte portuguesa que nos tiene enamorados.
Salimos a tierras extremeñas, a Coria, paramos a los pies de la catedral de Santa María de la Asunción.





Y cruzando su puente romano, nos adentramos dando un paseo por todo su casco.

















Al entrar en la catedral nos encontramos con la grata sorpresa de los preparativos de la salida de los santos y el ensayo del coro.





Al caer la noche el cielo nos regaló con esta bonita estampa.





Al día siguiente nos dirigimos a Penha Garcia, primer pueblo de portugal que aunque encontramos poca información sobre el, nos sorprendió gratamente.
En este pequeño tesoro, nos encontramos con un tanque y unas esculturas homenajeando a los caidos de distintas guerras.






Comenzamos a ascender por sus calles empedradas de camino a la iglesia, sin imaginarnos lo que nos íbamos a encontrar.























Detras de la iglesia, a lo alto, vislumbramos los restos de un castillo, así que, para allá que nos fuimos.




Al llegar a este, seguimos la ruta marcada para ver los fósiles y los molinos.




































Y con este maravilloso paseo, nos dirigimos a nuestra auto para continuar  nuestro camino.

Como estaba todo de verde y bonito, con tanta lluvia daba gusto andar por los campos.
El siguiente pueblo de la lista era Monsanto, de este, si que teníamos referencia, de ser un pueblo adaptado a las rocas de la zona en una pequeña montaña, aun así nos quedamos perplejos del ingenio de sus habitantes para hacer agradable lo inhabitable.





















































Hicimos noche al pie de Monsanto en el pueblo de Relva, donde podíamos seguir disfrutando de las vista de este lugar tan curioso.


Al ser viernes Santo, la policía del lugar nos comunicó que el acceso de la carretera se cortaba y teníamos que desalojar el parking para dejarlo disponible para los autocares de los visitantes.

El siguiente pueblo era Idanha a Velha, otro rincón paradisiaco con su puente romano y su muralla, considerada aldea histórica. Dejamos la caravana en un precioso parking a la entrada y a caminar.


































De aquí ya nos volvimos, después de disfrutar, por supuesto, de la comida portuguesa, nos tocaba volver a españa, Alcántara.




Pero no sin parar y dar un paseo antes ne el pueblo de Piedras Albas, para conocer esta curiosa roca, que no se sabe muy bien su procedencia.























Y llegamos a Alcántara, también con su puente romano, sus iglesias y todos sus rincones que merece y mucho , la pena pasar el día y lo que haga falta.





























































Y con este super agradable sabor de boca que nos deja estas tierras y las otras, estamos deseando volver y seguir ruteando, con la misma ilusión que el primer día.





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